
El bautizo de Nicolás se celebró en el Antiguo Colegio de San Diego, una de las propiedades más emblemáticas y antiguas de Guadalajara. Esta elegante casa de estilo neoclásico data de principios del siglo XVIII y originalmente albergó el Colegio de San Diego fundado en 1709. El edificio fué centro de formación religiosa, y también sirvió como casa de descanso para obispos de la ciudad.
Hoy, este recinto histórico ha sido cuidadosamente restaurado, devolviéndole su estructura y carácter original: detalles en cantera como marcos de puertas y ventanas, gárgolas talladas, corredores con arcos y un ingreso central flanqueado por columnas cuadradas. Cada elemento ha sido trabajado con respeto por su valor patrimonial, logrando que la casa recobre su dignidad arquitectónica.






